Ha amanecido y mi voz interior ha susurrado otro nombre, una mirada, una sonrisa y el recuerdo de una risa diferente. He esperando ansiosa y revisado el celular por aquel mensaje, ya sabes, de él. Que sonrisa aquella cuando lo encontré, aunque sólo me hablaba de algo sin relevancia. Pero al continuar con mi rutina, he pensado en ti, y me he preguntado si este amanecer otro nombre ha sucumbido tu mente, y he pensado en tu adiós, aquel que aún no logro comprender.
Te extraño, aunque no parezca, aunque mis redes indiquen que estos días han sido de maravilla, aunque ya todas las canciones no me hablen de ti. Supongo que de algún modo, estoy acostumbrada a decirte adiós. Pero esta vez fue diferente, esta vez me permití amarte, amarte a ciegas y en totalidad, y he salido ilesa, o eso creo.
Quisiera hablarte un poco de él, pero no quiero despertar celos en ti, siempre preferí que tu fueses la razón de celos de otros y eso aun no ha cambiado. Ya sabes el por qué te escribo, es una forma de ordenar mejor mis pensamientos y lograr comprenderme, sigues siendo mi amigo y quisiera seguir contándote sobre aquellos momentos que impactan mi vida.
Te escribiré, aun sabiendo que esta carta jamas será enviada, así que aprovecharé y te hablaré un poco de estos días.
Hemos salido, y nos hemos visto y me he sentido como una niña, pero no como cualquiera, sino como una niña perdida que ha sido rescatada en los brazos de Peter Pan, sonríe lindo, y ya sabes la debilidad que tengo por las sonrisas sinceras y por las miradas tiernas, es sereno y parece ir con calma por la vida, aunque a su edad ha recorrido muchos lugares, debe ser por su paciencia. Es de esas personas que inspiran paz y que me hace tener fe en un mundo mejor, espero que también le guste cambiar el mundo, por si algún día caminamos juntos de la mano, no nos perdamos en alguna parte del camino. ¡Ah! Es caballeroso, y tiene una manera peculiar de mirar a quien le habla, le gusta escuchar y yo amo hablar.
Y bueno, eso es un resumen, y aunque las cosas han cambiado, te sigo escribiendo a ti, pero hoy mi musa lleva otro nombre.
PETER PAN