viernes, 9 de febrero de 2018

Baciami le mani, mentre io ritorno a te


Bésame las manos, que el camino será largo.
Bésamelas, y lamelas,
déjame bañarme en tus recuerdos
y amanecer mojada de ti.

Bésame las manos, que el tiempo será extenso.
Bésala que mis dedos necesitan guardar tu cariño,
que jugaré conmigo a pensar que los enredo en tu cabello,
mientras ellos me recuerdan el camino de tu lengua hasta mi sexo.

Bésame las manos, por favor, bésalas, que ya tengo que partir.
Que no importa si nos separarán millas,
mis gemidos seguirán perteneciendo sólo a ti.

MARTHA ROJAS


sábado, 27 de enero de 2018

Mujer oceánica



Como quien se sube por primera vez en una montaña rusa,
Me amarro con todas mis fuerzas sobre tus caderas,
Y entonces siento que el motor se enciende
y entiendo que es el momento de darle la bienvenida a la adrenalina. 
Comienza el movimiento y nos desplazamos, 
y en ese instante contraigo mis músculos, 
siento el vértigo del ascenso, y la sensación de acercarme a lo desconocido. 
Me atemorizo, así que en mis pensamientos recurro a los lugares que me llenan de paz y me siento oceánica.
Ahora soy una ola,
Una ola próxima a romperse en tu orilla.
Entonces viene el descenso, y el recorrido de mis sales se extiende desde mi mejilla hasta tu ombligo. 
Entonces no soy lágrimas, soy mar, soy vida.

MARTHA ROJAS

El nombre de las cosas





Alguna vez me pregunté el porqué del nombre de las cosas, 
el origen de las palabras,
el significado de los lugares.
Pensé, en que alguien a 200 kms de aquí ignora que la esquina de la calle 22 de mi ciudad
ha sido testigo de mis encuentros pasionales.
Yo ignoro, que allá exista una calle 22, o quizás sea la calle 54 o a lo mejor no tenga nombre. 

Alguna vez me pregunté por el nombre de las cosas,
entonces te conocí y descubrí como te llamabas,
pensé en lo mágico que era el juego del abecedario,
en que 6 letras conformaban tu nombre, 
y luego 3 de ellas se iban danzando hacía el mío
y mira que coincidencia, 6 letras también conforman mi identidad,
Y me di cuenta que mi nombre empieza con la palabra mar.
Y fue cuando comprendí,
en el momento en que nuestro sudor y salivas se mezclaban,
que mi nombre era el reflejo de la humedad
que llovería en mí al primer contacto contigo.


Alguna vez me pregunté por el nombre de las cosas, 
pero entonces ya no tenía sentido, 
porque en mi vida todas las cosas empezaron a llamarse como tú.


 MARTHA ROJAS